Harvard demanda al gobierno de Trump por recortes a la financiación

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La Universidad de Harvard ha presentado una demanda formal contra el gobierno de Donald Trump, impugnando los recortes a su financiación que el Ejecutivo estadounidense anunció en represalia por la negativa de la institución a acatar ciertas políticas impuestas por la administración, relacionadas con la lucha contra el antisemitismo en los campus universitarios.

La demanda alega que estas acciones son ilegales y constituyen un intento de coaccionar a la universidad, lo que va en contra de los principios fundamentales de la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege la libertad académica y de expresión.

El conflicto por la política de diversidad e inclusión en Harvard

Uno de los puntos clave del conflicto se centra en la política DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) que Harvard mantiene en su campus, y que ha sido criticada por la administración de Trump. Harvard se ha negado a desmantelar sus políticas, que promueven la diversidad en la enseñanza y en la contratación, así como la inclusión de estudiantes de todas las razas, religiones y orígenes. En respuesta a la negativa de la universidad de acatar las órdenes del gobierno, Trump ha decidido congelar USD 2 200 millones en subvenciones federales y retirar las exenciones fiscales que Harvard gozaba.

El rector de la universidad, Alan Garber, defendió la postura de la institución, asegurando que Harvard no renunciará a su independencia ni a los derechos fundamentales garantizados por la Constitución. En una carta enviada a estudiantes y personal de la universidad, Garber destacó que el intento del gobierno de presionar a la universidad es un ataque directo a la libertad académica y al derecho a la educación libre de presiones externas.

El impacto de la protesta estudiantil y la polarización política

La situación también ha generado una gran división entre los estudiantes y otros sectores de la sociedad. Harvard, al igual que otras universidades de Estados Unidos, ha sido escenario de protestas estudiantiles en los últimos meses, especialmente en relación con la guerra en Gaza,

Estas protestas han sido un punto de fricción entre la comunidad universitaria y las autoridades, con muchas universidades involucradas en debates sobre antisemitismo, derechos civiles y libertad de expresión. La administración de Trump ha centrado su atención en las protestas y acciones que considera como «antisemíticas», lo que ha intensificado las medidas punitivas contra las instituciones académicas que no se alinean con su enfoque.

Fuente: Ecuavisa

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